Sobre Nosotros
Seguros y protegidos en una infancia libre
Cada padre se siente mejor cuando acurruca a su bebé. Sin embargo, los bebés crecen rápido y quieren explorar el mundo. El papel de los padres es crear un entorno seguro y fomentar un vínculo que siempre permita al niño sentirse seguro y fuerte sobre sus propios pies.
En Baobaby estamos dedicados a proporcionar a las familias productos naturales que aporten beneficios a su vida cotidiana. Valoramos el estilo de vida activo y queremos permitir que los niños se muevan libremente, desarrollen su creatividad y activen sus sentidos. Nuestra mayor recompensa es la felicidad de nuestros usuarios. Cuando un padre nos cuenta cuánto disfrutan sus hijos con Boababy, sabemos que nuestro trabajo está bien hecho.
Con los productos Baobaby, estás comprando materiales naturales suaves, cuero de alta calidad curtido con vegetales y sin cromo, seguro para tu piel y la de tu hijo, y respetuoso con el medio ambiente. Nuestros productos son suaves, adaptados a las necesidades de tu hijo, permitiendo el libre movimiento y dando el soporte adecuado.
Creemos en la producción local, reduciendo nuestra huella de transporte, por eso nuestros productos están hechos en Croacia, UE, donde estamos ubicados.
Baobaby se complace en unirse a las empresas que utilizan materiales naturales y ecológicos y fabrican productos duraderos de alta calidad, para que los niños puedan usarlos y llevarlos durante mucho tiempo.
La naturaleza es nuestra gran fuente de inspiración. Nos gusta incluir motivos naturales y pequeños mensajes de amor y bondad en nuestro diseño. Y sobre todo, disfrutamos más de nuestro trabajo cuando los niños disfrutan de nuestros productos.
La historia del árbol baobab
Una historia cuenta… en algún momento de la historia humana, éramos tan pocos que apenas logramos sobrevivir. Fue entonces cuando la Madre Naturaleza cuidó de nuestra pequeña comunidad con la ayuda de un árbol: el baobab. El árbol de la vida. Mientras muchas especies se extinguían, los árboles eran fuertes y nos daban refugio, agua y un fruto tan rico en nutrientes, que ahora lo llamamos “superfruta”.
La historia del baobab, verdadera o no, nos enseña una valiosa lección: respetemos la naturaleza y cuidémonos unos a otros.
Aunque hoy seamos miles de millones, seguimos siendo una comunidad de las mismas personas, personas que aman la vida, a sus hijos y disfrutan de la hermosa naturaleza.
¿Entonces qué podemos hacer? Podemos criar niños considerados, conscientes y amables, enseñarles a apoyarse y respetarse mutuamente, sin importar si esos otros viven en el vecindario o en otro continente. Enseñarles a ser juguetones, a disfrutar de la vida y a respetar la naturaleza utilizando menos recursos y dejando la menor huella ecológica posible. Juntos podemos hacerlo de nuevo.